Qué excelente idea es la de festejar el día internacional de la mujer! Habiendo sido postergada, durante mucho tiempo, es hora de destacar y hacer notar a la sociedad los verdaderos valores femeninos, es hora de que el mundo disfrute de los aportes que la mujer puede hacer para el futuro de la humanidad. ¡Qué diferente sería el mundo de hoy si hubiésemos aprovechado históricamente estos aportes!
Ahora bien, me parece que el camino y las estrategias elegidos para lograr la dignificación de la mujer resultan contraproducentes y atentan contra la misma causa que dicen defender. En primer lugar es un error pretender la “igualdad de la mujer”, ya que con esto se termina cayendo en masculinizar a las mujeres. Los hombres y las mujeres somos diferentes aquí está el secreto de la verdadera dignificación de la mujer, hacer que las mujeres compitan con los hombres en un campo de batalla masculinizados es hacer que las mujeres siempre salgan perdiendo. Las mujeres tienen que buscar la forma de que su naturaleza femenina tenga fuerza y transforme la sociedad, los hombres deberíamos no solo permitir sino favorecer esto ya que en esta mezcla de aportes todos saldríamos beneficiados.